Confiar en otros nunca es fácil, siempre exigimos que esas personas nos demuestren que son confiables para nosotros, esto porque en algún momento fuimos traicionados. En cierto punto debemos cuidar nuestro corazón, no podemos abrirnos de manera inmediata, pero siempre es necesario construir relaciones que generen esa confianza mutua.
Si confiar no es sencillo, imagínate confiar a oscuras, poner la confianza en alguien para que nos guie en medio de la oscuridad. “Dios sigue siendo confiable”. Esa es una frase que siempre dice mi pastor. Es una realidad, pero para nosotros. ¿Es una realidad?
Cuando estamos en un momento de oscuridad preferimos depositar nuestra confianza en nuestra experiencia o en nuestros instintos, pero ambas nos pueden generar problemas y confusión, lo que terminara en desconfianza en nosotros mismos.
Dios es aquella persona que hará algo, al depositar nuestra confianza en él, pero debemos prestar atención a su voz, en medio de la oscuridad.
Jeremías 17:9 – Reina-Valera 1960
9 Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿Quién lo conocerá?
2 Corintios 5:7 – Reina-Valera 1960
7 …porque por fe andamos, no por vista…
Deja una respuesta