¿Cuándo fue la última vez que recordaste quien eras antes de Jesús?
¿Recuerdas tus primeros meses en tu vida cristiana?
¿Somos verdaderamente conscientes de la gracia de Dios en nuestra vida?
Quizás tengas los recuerdos muy presentes en tu vida, o tal vez, olvidaste ese primer día, como llegaste, como te sentiste. En nuestro caminar con Dios, podemos dejar de lado detalles importantes, quizás porque consideramos que ya estamos en otros tiempos o porque consideramos más relevantes otras etapas.
No podemos acostumbrarnos a su perdón, no podemos bajarle el valor a su gracia, cada día, recibimos nuevas misericordias, personalmente no creo que estas misericordias sucedan en automático, como el pago mensual de una suscripción de streaming, que simplemente sucede y ya está cronometrado. Su gracia es la porción que Dios determina cada día para lograr vencer la tentación, para recibir su pronto socorro o para ser levantados cuando estamos en el suelo. Sus misericordias, no son dadas de manera automática, son el regalo necesario cada día para continuar.
Cuando nadie daba algo por nosotros, él dio su vida
Cuando perecíamos en el suelo de las circunstancias, él nos dio propósito
Cuando no teníamos más fuerzas, él nos dio las suyas
Romanos 9:25 -26
25 Como también en Oseas dice:
Llamaré pueblo mío al que no era mi pueblo,
Y a la no amada, amada.
26 Y en el lugar donde se les dijo: Vosotros no sois pueblo mío,
Allí serán llamados hijos del Dios viviente.
Deja una respuesta