¿Cuantos de nosotros estamos en espera?
Podemos estar esperando que algo suceda en nuestro trabajo, que mejoren nuestras relaciones, que la deuda sea cancelada, entre otras cosas.
En ocasiones cuando los tiempos de espera se alargan, dudamos de la efectividad del proceso, pensamos que algo estamos haciendo mal o que alguien está siendo negligente.
Incluso nos llevamos ese pensamiento a nuestra relación con Dios y esa espera se empieza a transformar en duda.
En ese momento de espera, podemos reflexionar en este pasaje:
Romanos 8:32
El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, junto con él, todas las cosas?
No puedo decirte cuanto tiempo de espera falta para que veas la respuesta, pero recuerda que Dios es generoso, para no luchar con la espera, lo mejor que podemos hacer es rendirnos a Dios, permitir que él decida lo mejor.
Espera con expectativa, no con queja.
Deja una respuesta